Hablemos un poco de los ¨amores bisagra¨. Estos se conocen cómo el tipo de relaciones usadas para conocerse más individualmente, para volver a creer en el amor y prepararse como pareja para una siguiente relación. En su concepción, el amor bisagra es el más puro acto de amor sin compromisos, y ambos participantes saben que dicha relación tiene un tiempo de vida determinado.
Ahora bien, un amor bisagra funciona bien si ambos integrantes de la relación asumen desde un inicio la naturaleza fútil de dicha empresa. En el caso contrario, se pasa de ser una relación de crecimiento mutuo a una relación de transferencia, en donde sólo uno de los participantes terminará con herramientas suficientes para embarcarse en nuevos proyectos. En el ejemplo de la bisagra, es cómo si uno de los dos lados se llevara todo el perno.
Los amores bisagras no son para mí, y aún considero relaciones un ¨todo o nada¨ en donde se apuesta cómo en todo, y se asumen las consecuencias. No puedes esperar que esto pase desapercibido por mi vida, que retorne a mi vida y que cambie de página así nada más. Puedo esconder un duelo con mil actividades que ocupen mi cabeza, pero la verdad es que ahí estás...tan presente cómo siempre.